Altruista, voluntario y gratuito. Son los tres pilares que sostienen el sistema de donaciones de sangre en el país y que nutren el flujo hacia los bancos de las clínicas y centros de salud.
En una etapa crítica de la pandemia en la que escasean medicamentos e insumos clave para los tratamientos en terapia intensiva - como los analgésicos, sedantes y relajantes musculares-, y donde el oxígeno resulta un bien muy limitado, se sumó la falta de hemocomponentes necesarios para las transfusiones.
Los hospitales privados y sindicatos de salud alertaron que las restricciones de movilidad afectaron la asistencia de donantes durante el último año y la situación se intensificó con la segunda ola de contagios. Desde el sector remarcaron que la complejidad logística y el corto período en que puede estar almacenada agravan el problema.
“Hay pocos donantes. Esto sucede desde que empezó la pandemia. En este momento estamos complicados porque los enfermos de covid no necesitan transfusiones, pero los enfermos que están con tratamientos especiales si y aunque no los operes requieren la sangre”, dijo a LA NACIÓN José Fernández, jefe de hemoterapia del Cemic y el hospital Fleni. El médico sostuvo que los pacientes que más consumen y necesitan son los oncológicos y hematologicos, aquellos que padecen linfomas o sufren enfermedades como la leucemia.
“Siempre estamos en una situación de déficit. Si bien el consumo bajó por la suspensión de las operaciones no urgentes, las especialidades de hematología y oncología no se pueden demorar. Al principio de la pandemia tuvimos mucha dificultad para conseguir donantes. Primero por las restricciones de movilidad. Luego cuando dejaron de haber restricciones hubo una cantidad de donantes más adecuada y ahora recrudeció nuevamente”, agregó el médico.
Fernández advirtió que las dificultades de almacenamiento tienen que ver con que no hay un stock que dure eternamente, ya que la sangre solo se puede conservar por 40 o 45 días. Por ello, es vital que no se interrumpa la concurrencia de los donantes a las clínicas.
La responsabilidad de poner en marcha los mecanismos para tener un mayor número de donaciones depende de cada centro de salud. Los hospitales privados fomentan el flujo de donantes hacia sus organizaciones y el Estado se ocupa de las campañas de sus propios hospitales. Entre ellos regulan el intercambio cuando un banco es superavitario y otro está en déficit. Esto permite que se compensen, pero la compensación no siempre es automática. “Cuando se da la situación de que a todos le falta, están todos en problema”, dijo el médico.
“Este año prácticamente no hubo dadores. Al estar paralizada la circulación mermó el abastecimiento de la mayoría de los bancos”, dijo Carlos Villagra, titular de AFMYSRA que representa a 2000 farmacias del país. “En Córdoba, por ejemplo armamos en una cooperativa un banco de sangre bastante importante, que abastece a obras sociales y al estado y nos informaron ahora que se quedaron sin dadores. Casi no está entrando y van a faltar en los próximos dos meses”, dijo el sindicalista.
Para Villagra, el Gobierno tiene que advertir de la situación e informar sobre quiénes pueden ser dadores. ”Estoy dando la alarma. Esto afecta a clínicas privadas y estatales. Este fue un año que se salió de los esquemas. La sangre se utiliza más para las operaciones fuertes, como de corazón abierto, para cuando hay que hacer un transplante o para operaciones de cáncer que duran mucho tiempo”, agregó.
En la Fundación Hemocentro Buenos Aires señalaron a LA NACION que se encuentran operando a un 50% de reservas de sangre y destacaron la situación como crítica. Desde la entidad porteña que opera sin fines de lucro dijeron que si bien la mayoría de los pacientes de covid no requieren de transfusiones, aquellos con patologías preexistentes pueden llegar a necesitar en caso de que el contagio agrave el cuadro.
Por su lado desde el Hospital Italiano, uno de los centros médicos más grandes de la Ciudad de Buenos Aires, informaron que la asistencia de los donantes a su institución se está normalizando. “Somos un caso extraño dentro de lo que está pasando. El año pasado en la Fase 1 la cantidad de donantes cayeron estrepitosamente y llegamos a tener un 20% de la cantidad que teníamos. De forma paulatina se recuperó hasta el 50%. Los periodos más agudos de la pandemia trabajamos muy duro dentro del hospital para que el mismo personal se volcara a donar sangre además del trabajo que hicimos puertas afuera”, dijo Pablo Camino, médico del servicio transfusional del Hospital Italiano.
Camino sostuvo que dedicaron muchos recursos para promover la donación, armaron circuitos de reserva y asignación de turnos y flexibilizaron los horarios. También incursionaron en las redes sociales y WhatsApp y emitieron certificados oficiales de circulación para que la gente pudiera transitar libremente hacia el hospital. El esfuerzo rindió frutos y hace cinco meses normalizaron su flujo de donantes.
“Sé que en otros lugares están pasando problemas serios por tema de donantes y de suministros de sangre para afrontar algunas patologías que siguen requiriendo de transfusiones. Lamentablemente hay lugares que no tienen recursos para destinar gente especializada para fomentar las donaciones. Como sociedad tenemos que entender que toda persona que está sana y en condiciones debería donar por lo menos dos veces al año”, destacó el médico Camino quien además pertenece a la Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular.
Del Sanatorio Mater Dei señalaron que a comienzos de abril hubo una baja importante por 2 semanas, que coincidió con las nuevas medidas de restricción de movilidad dictadas por el Gobierno, pero ahora están yendo más donantes. “El aporte de hemocomponentes con nosotros no está comprometido, pero hay que estimular constantemente”, informaron los médicos de hemoterapia a LA NACIÓN.
Qué hacer para donar
Un requisito esencial para donar es sentirse bien y estar en buen estado de salud. Es necesario haber desayunado y estar descansado. En caso de pacientes que están tomando alguna medicación se tienen que contactar primero con los distintos centros y consultar si pueden donar.
Entre las limitaciones y los criterios que excluyen posibles donantes están que no se debe tener ninguna patología de base, ni cardiovasculares y no estar anémico. Tampoco pueden donar quienes pesan menos de 50 kilos para que el volumen estándar que se tiene que extraer se pueda hacer sin que el donante tenga una reacción adversa. Las mujeres que están amantando no pueden donar por un tema de seguridad y de los nutrientes de la madre.
Para quienes se hicieron un tatuaje, un piercing, se hayan realizado una endoscopía o recibido una transfusión, pueden donar si fue hace más de un año.
Aquellos que tuvieron covid también pueden donar después de 15 días transcurridos a partir del alta epidemiológica. Quienes están vacunados contra el virus también pueden hacerlo si pasaron dos semanas desde la inoculación.